jueves, 24 de octubre de 2013

FOTOGRAFÍA. TODA LA HISTORIA.






Con cierta periodicidad aparecen en los anaqueles de las librerías publicaciones que cuentan la historia de la fotografía. La empresa no es baladí, pues se conjugan elementos técnicos, químicos, artísticos, comerciales y políticos. Es la historia de nuestras vidas, pues fue la aparición de este arte lo que cambió la percepción artística de la realidad de forma grandilocuente. Salvo excepciones, hasta la aparición de la primera imagen “congelada”, las Artes respondían a movimientos, académicos o no, pero comúnmente gregarios. Los artistas geniales tenían que claudicar también a los mandatos del encargo si querían comer, y sólo ellos, los genios, dejaban una impronta única incluso cuando se supeditaban a la remuneración o el compromiso. Desde esta óptica se podría decir que la fotografía lo cambió todo. Sería desmesurado darle el protagonismo unívoco, pero hablar de este arte, es hablar de la historia de la Humanidad incluso antes de su aparición. 

La vida de la fotografía en sí misma es breve. Podríamos hablar de sus antecesores (el dibujo) y sus vástagos (el cine) y descubriríamos la permanencia de la imagen como símbolo por encima de la tecnología. A ello hay que añadir que sobre ese lenguaje de la imagen fija se ha escrito mucho y la verdad es que hay grandes estudios publicados. Es más, su historia se reescribe actualmente con las nuevas tecnologías y los usos artísticos. Es un arte éste, en constante transformación. Su juventud hace que se pueda acotar académicamente la vida tecnológica. Pero en tan breve tiempo de existencia, la intensidad vital ha sido exuberante. Sobre todo la metamorfosis sucedida desde el entendimiento de la fotografía como mero proceso de testificación de lo que se ve, hasta su rango de Arte, forma de expresión, lenguaje propio y baremo subjetivo de entender la realidad circundante. Por tanto, recomendar un libro de esta índole es arduo. Sin embargo está exento de riesgos, ya que una síntesis tiende a poseer carencias que se complementan con otras fuentes al alcance del lector en todo tipo de soportes y bibliotecas (el estudio máximo sería una enciclopedia). De ahí a que el libro sedente en nuestras manos, fructifique en una relación de amistad, hay un paso sabiendo lo que buscamos en unas páginas de este tipo. 

Cuando ojeé esta publicación en un primer acercamiento, me sorprendió su estructura. No era un compendio anodino, se trata de separar el grano de la paja. Mostrar lo esencial con algún aderezo anecdótico y ejemplos bien seleccionados a la par que explicados. O dicho de otra manera, es un manual bastante completo para conocer y comprender la fotografía. Para su consecución han participado en este trabajo bastantes colaboradores que escriben sobre escuelas, movimientos, autores y obras. 

En ese sentido, la única pega que se le puede apostillar a este trabajo, es la ausencia de redactores españoles y sobre todo, el olvido de los fotógrafos de nuestro país que suponen algo en la Historia de este Arte. A nivel artístico es notoria la ausencia de Chema Madoz, Tony Catany, Ouka Lele por citar unos pocos casos de artistas cimeros a nivel internacional. Intuyo que se podría decir lo mismo de otros fotógrafos universales desde una óptica local. Ciertamente, al seleccionar siempre se quedan fuera personas. Por tanto, el compendio se suele ceñir a los clásicos conocidos. Este es el recorrido propuesto en “Fotografía. Toda la historia.” editado por Blume. 

Sin embargo, a nivel didáctico es un libro muy bien preparado. La distribución de las materias es cronológica. De hecho, una línea del tiempo nos acompaña sotto voce. Las pinceladas informativas son claras y precisas. Ahí destaco además lo actualizado que está con respecto a nuestra contemporaneidad. Recoge datos recientes y polémicas fotográficas reales, que si bien en algún caso no las esclarece del todo, las muestra como contrapunto informativo. 

En las fotografías seleccionadas usa lo que llama un “navegador” para resaltar la importancia de algunos detalles de las obras y explicar el descuelle de los elementos destacados. Se trata de una especie de indicador de gran ayuda, a modo de lupa. Esos detalles comentados vienen muy bien, pues a fin de cuentas es información pertinente, y en libros de poco texto como es este caso, la síntesis es todo un arte académico y docente. 

El formato de la publicación ayuda a disponer de ella en cualquier sitio y lo desmarca de los volúmenes dedicados al mero adorno. No es el libro perfecto, pero resulta acogedor como primer acercamiento y dar el paso para ver la riqueza fotográfica de cada cultura y país. Ahí sí entraríamos con más profundidad en determinadas monografías que corroboran la grandeza de esta disciplina subjetiva de entender la vida como Arte y lenguaje; esto es la fotografía. Si a ello sumamos una buena calidad de impresión y precio, las dudas pueden ir disipándose poco a poco comparándolo con otros libros de este tipo. A fin de cuentas las páginas de estos recorridos artísticos suponen una guía, y sin pretensiones, a pesar de los defectos, las publicaciones de esta clase son más que necesarias. Conforman los umbrales hacia una saciedad pasional que pocas publicaciones son capaces de nutrir. Porque en los estados carenciales del alma, cualquier alimento es poco. 




“FOTOGRAFÍA. TODA LA HISTORIA.”
Prólogo de David Campany
Varios autores.
Editorial BLUME
2013.

No hay comentarios:

Publicar un comentario