sábado, 15 de enero de 2011

El cementerio alemán de Torrero.



Recientemente descubrí una investigación realizada por el periodista Sergio del Molino que me sorprendió. Se trataba de la vida y peripecias de unos inmigrantes alemanes que, huyendo de la Primera Guerra Mundial, recalaron en Zaragoza. Lo curioso y fascinante del caso es la encrucijada histórica que tuvieron estas víctimas de la contienda y las influencias con que hicieron prosperar la ciudad.

Ya ha pasado tiempo desde que llegaron, pero su rastro perdura en lugares y sombras de nuestra cultura. Uno de esos sitios que suponen historia viva es el espacio funerario que tienen en el cementerio municipal de Zaragoza: el cementerio alemán de Torrero.

Como responsable de los contenidos de la Web del Cementerio de Torrero me puse en contacto con el autor del libro que narra toda esta historia. Con la amable colaboración del autor de “Soldados en el jardín de la paz” (Prames, 2009), el estudio al que aludo aquí, descubrí un torbellino de vivencias que ampliaron mi percepción de esa gente, hasta ahora basada en tópicos como el Colegio Alemán, el comercio de “El tinte de los alemanes”… De esta manera, de la mano de Sergio del Molino, se desentraña la historia de un grupo de personas ajeno a la ciudad, deviniendo en todo un crisol enriquecedor y anecdótico.

Os invito a leer el libro y echar un vistazo a la Web del cementerio de Torrero para animaros a visitarlo, pero sabiendo un poco más de lo que sus silenciosos habitantes nos muestran.



http://www.cementerio-zaragoza.com

http://sergiodelmolino.com


3 comentarios:

  1. ... solo tu ironía podía aludir de forma tan sutil a lo anecdotico, "el tinte de los alemanes" y el "colegio aleman".. no si al final no solo visitare el cementerio..me resisto, si no que al final hasta haremos fotos... si se puede, y nos dejan. Abrazos. Pilar go.

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  2. Hay otro apellido singular, para mí, en el cementerio alemán de Zaragoza. Se trata de los Kurtz. Alfonso Kurtz se estableció en Zaragoza y Ejea de los Caballeros y fundó su primera fábrica de embutidos y "salchichas alemanas" en Utebo. Sus herederos la transladaron a Tudela, aunque muchos de ellos todavía residen en la capital aragonesa.

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    1. Querido cibernavegante,

      Efectivamente esa familia que comentas es de las que posee una de las muchas historias interesantes que podemos descubrir de estos alemanes venidos a nuestra tierra. Con el libro y la exposición que se celebró en Zaragoza, pudimos conocer más a fondo y con detalles tangibles, muchas aventuras de los que ya son aragoneses de raíz y alma.
      Saludos.


      Ángel

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