miércoles, 22 de diciembre de 2010

Felices fiestas.

Estamos en fechas de personalidad propia. Días de entrañables propensiones. Sobre todo con los tiempos que corren de melancólicos sueños de paraísos perdidos. En busca de una nueva felicidad, que siempre es la misma pero de diferentes olores, afrontamos el día a día.

Y a veces un buen regalo es la palabra, poseedora de sentimiento, magia y sabiduría. Por eso, para desearos lo mejor en estos días, os obsequio con una dádiva literaria.

El elegido es el poeta romántico británico por antonomasia, George Gordon Byron. Su vida fue de película, como diríamos hoy. Conquistador de corazones, hombre del día a día en constante apasionamiento. Arquetipo, en definitiva, de lo que popularmente conocemos hoy como romanticismo. Hasta su muerte estaba dentro de la obra vital; allá por tierras griegas, en una guerra en la que no llegó a luchar, debido a la intercesión de una voraz enfermedad tan ávida como sus sentimientos. Iracundia de hiel, no se lo esperó y dejó obra sin terminar.

No es fácil encontrar su legado literario en español, pues que yo sepa, toda su obra sólo se ha recopilado una vez en conjunto. Fue en Argentina, en 1973. Hasta hoy sólo tenemos selecciones sueltas en diferentes ediciones.

El poema que os regalo es una obrita que me encanta porque en unos pocos versos reúne los arquetipos del romanticismo: amor, muerte, autodestrucción, trascendencia… Y además está traducido por el cubano Gabriel de Zéndegui. Hombre de letras y política, de vida zigzagueante y conocedor de escritores ingleses. Quizás, la persona indicada para traducir a un poeta como Lord Byron.

“Si amor perdura” es una muestra del caleidoscopio sentimental de un romántico como tal, que a pesar de vivir intensamente, poblaban su interior recovecos ocultos tras sombras, llenos de insondables desazones. A lo mejor, para subvertir ese proceloso sentimiento, Byron vivía cada día como si fuese el último. Tanto es así que cuando le hicieron la autopsia, se dice, su joven corazón de treinta y seis años, parecía tener sesenta lo menos. Una energía consumida sin límites. Como su poesía. Que la disfrutéis.

Felices fiestas.



SI AMOR PERDURA



Si al mundo sublimado en el misterio


También va nuestro amor, y llama pura


A las almas de allí de afán depura,


La muerte será entonces libertad.


Acuda con su bien al que la espera...


¡Bendito sea el misterio!... Que su vuelo


Levante el alma exulta y su desvelo


Se consuma en tu fuego, Eternidad!


¿Por qué no será así?... Cuando forzado


Llega el hombre a la boca del abismo


Si vacila en saltar no es por sí mismo,


Su amor es el que le aferra a este existir.


¡Ah!, dejadnos creer que en la otra vida


El alma encontrará a su confidente,


Con ella beberá en la eterna fuente,


Y luego nunca volverá a morir.




P. M. T.


2 comentarios:

  1. Felices fiestas, amigo.
    (Me gusta el texto pero tengo que recordarte que te has olvidado poner una foto)

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  2. ¡Felices fiestas Manuel!

    Difícil fotografía para sublimar tal poema. Eso sí, dejemos que la imagen la ponga cada uno en su interior.

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